El devorador de músicos

Algunos como hobby se decantan por meter maquetas de barcos dentro de botellas, montar escenas de Star Wars con piezas de lego o almacenar ingentes cantidades de TODO e ir cambiándolo de contenedor según van evolucionando los formatos de almacenamiento.

Ozy, no, él tiene uno en especial que le hace distinto: comerse músicos por especialidad.

No hace mucho tiempo, o eso quisiera yo, en los orígenes del Ozy músico, la vida parecía tranquila. Pero eso, sólo lo parecía. La realidad era que sus pesadillas le obligaban, ojos vueltos y al más puro estilo Galactus, a devorar bajistas de forma compulsiva. Ya no recuerdo la mitad de los nombres que pasaron por las cuatro cuerdas (incluso cinco) de sus grupos. Aun me falta un gajo en el omóplato, jejjej.
De todos ellos ya nada se sabe.

Pasado el tiempo, y tras la marcha de Tony en busca de experiencias nuevas, Ozy evolucionó. Cambio de cromos. No sé si alguien recuerda esas cartas que había de familias del mundo, pero básicamente él sacó otras paralelas. No quedó guitarrista con inquietud que no probase. Y aún en esas estamos.

Hasta entonces mi enrevesada vida no me dejaba ver el entretenimiento tan particular de mi amigo. Lo llevaba en secreto. De hecho ahí estribaba su peculiar disfrute.

La familia de músicos que parecía más estable, curiosamente, es la que físicamente lo está pasando más mal. Tras el ancestral Salva, todo el peso recayó en Mr. Slowburn.
El pobre se tiró media vida luchando por no ser devorado. Tan cruenta fue su historia que Neil Gaiman la convirtió en viñetas mentales bajo la apariencia de gato en ‘Criaturas de la noche’.
Pero tanta lucha deja secuelas, por lo que decidió retirarse al exilio voluntariamente. Eso sí, un soldado nunca abandona: ha vuelto tras las teclas.
En su lugar aparecio el ‘hombre-diez’ Antonio (Spam-man para los más cercanos, jejje), que ha estado ahí la otra media vida. También tiene secuelas el pobre.

Demasiados cadáveres.

El caso es que la caja de ritmos puede hacer de consolador, pero nunca de amante, por lo que tarde o temprano urge la búsqueda de un valiente.
Yo tengo un amigo, Cobus. Está aprendiendo, pero igual puede hacer el apaño

5 thoughts on “El devorador de músicos

  1. ozymandias says:

    Oh, y ¿qué tal este?

  2. TWilly says:

    hombre, jejej, por su carta de presentación promete ser correoso.

    ¿Qué tal una batalla de ‘bateristas’? Sin usar superpoderes, claro (el uso experimentado del doble bombo no vale)

  3. ozymandias says:

    Por cierto, y ahora que caigo… ¿Y si fuera al revés?, ¿Y si son los músicos los que se alimentan de mí?
    Piensa en ello

  4. TWilly says:

    Con todos los que han pasado por el camino…
    si fuese como dices… de tí no quedaría ni la pua.
    Y aquí estás. Así que… descartada esa posibilidad, jejje

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