Si a estas alturas digo que los Simpsons han sido durante más de una década sinónimo de irreverencia y rebeldía, no sería más que otra perogrullada en mi haber, pero…
Es que reconozco, con asombro, que hay que tenerlos muy pero que muy bien puestos, para hacer una parodia política en la cadena que te da de comer, de conocidos aires conservadores, tratando sucintamente dichos ideales como corruptos.
Si encima preparas la emisión, en 'prime time' (máxima audiencia), para dos días antes de las elecciones, yo simplemente tildaría esa actitud de suicida profesional.
Bueno, pues ¡pa'lante los valientes!
El sketch que vais a ver de Homer queriendo votar en las elecciones americanas, es deliciosamente hiriente, justo en mitad de la llaga.
No sólo recuerda, con demoniaca ingenuidad, el Bushazo (pucherazo de la familia Bush) de años atrás, sino que pone en alerta sobre lo mal pensado que está el sistema de votación en el país que rige los destinos del mundo (para desgracia de todos los que no son ellos).
PD: En caso de querer dar un giro de 180º, siempre podréis votarle (o a Peter Griffin) para que tome las riendas. Dos cabezas pensantes.
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