Los videojuegos salvarán la música

Sabemos, porque nos lo restriegan día sí día también, que los medios de comunicación sostienen una lucha encarnizada por hacerse con un punto más de audiencia.
Tanto es así que prefieren darnos las cosas no masticadas, sino batidas y coladas para que ni pensemos. En realidad la meta es convertir la información en otra forma de ocio familiar.
Los periódicos, virtuales y rotativos, se desviven por añadir bloques de contenido con escritura coloquial para así captar un lector más, el de la calle, el ocasional.
En las tv’s es aun si cabe más desconcertante. De la guerra o violencia de género de turno, se pasa sin pestañear a las ‘tonto-noticias’ pre-deportes o incluso a las de autopromoción. Su nueva parrilla se lo merece todo.

Yo las suelo llamar ‘noticias de becario estival’, y mantienen tres puntos fuertes:

  1. de digestión y olvido rápido,
  2. titulares sensacionalistas,
  3. (el más importante), convertir un caso específico, normalmente anécdota, en verdades como puños, cimentadas en estudios de dudosa procedencia (todo tiene que ser tan banal, que a quién le importa de dónde venga).

En realidad son perfectas para absorver dos detalles y que te sirvan para entablar conversación en la próxima reunión de ‘conocidos pero no tanto’.

Bueno, pues es relativamente cíclico, que dentro de esos tipos de noticias, salga una basada en no se qué estudio americano (sin más), en el que se afirma lo malíiisimo que puede ser el convertirse en jugador ‘no ocasional’ de videojuegos.

Dedicarle las mismas horas a ir a jugar al golf, pescar o leer un libro no sólo no es peligroso, sino que además beneficia la salud, el estrés y la capacidad de comprensión respectivamente.
Nada se dice de que el juego virtual fomenta la colaboración en equipo, la amistad con personas que no viven en tu entorno más cercano o que desarrollan los reflejos y el ingenio para solventar situaciones imprevistas. No, eso no vende.

Pero si todo eso, que siendo verdad, no lo veremos nunca en las ‘tonto-noticias’, me gustaría hacer desde aquí un llamamiento a esos explotados de verano, para que busquen variantes sin contar lo de siempre.¡Qué sé yo! Así a bote pronto… qué tal un titular del tipo: ‘La música sólo se salvará gracias a los videojuegos’.

No, no me he vuelto ‘maharón’. Simplemente lo suelto porque, prácticamente todos los días, topo con trailers de videojuegos en los que disfruto más con el descubrimiento de un nuevo grupo/sonido/tema que con el propio ‘gameplay’ venidero (aun siendo estos también buenos).

Para razonar sobre esto he decidido dejar a un lado los estudios que avalan, (seguro que haberlos, haylos). Prefiero dejar como muestra, no un botón, no, sino dos (ahí, como los coj…):

  1. Breath me, de Sia: visto en lo nuevo de ‘Prince of Persia’
  2. Gorecki de Lamb: como presentación del nuevo Tomb Raider

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