No acababan más que empezar los noventa y a un francesito llamado Jean Michel Jarre se le ocurría pensar en espectáculos con mayúsculas, grandiosos para unos y grandilocuentes para otros. Eran momentos en los que te gustara o no la música electrónica… había que reconocerle el atrevimiento y esfuerzo por ser distinto.

Recuerdo que por aquel entonces se televisó un concierto realizado en Paris. El caso es que esa retransmisión fue la primera vez que supe de una ‘performance’ con el entorno arquitectónico como escenario. Luego llegaron muchos más a lo largo de casi todas las ciudades importantes. Incluso hubo uno en la Sevilla post Expo92. Había que ser muy especialito para no acercarse a la Cartuja y formar parte del momento. Yo no fui, por supuesto. jejje.

Ha pasado el tiempo. Tanto que la verdad dejó de impresionarme variantes y mejoras a la idea originaria. Ha dejado de impresionarme… hasta hoy.
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Eruditos musicales, intentad no seccionarme la yugular. Abrid la mente.
¿Estamos todos? Bueno, allá vamos (me santiguo, trago saliva, espiro suavemente  y… le echo valor)

La verdad es que estas cosas no las suelo poner ni escuchar en el curro o en el traslado de ida y vuelta a casa, pero como todo tiene su momento… en mis tímpanos entra todos los sábados por la mañana el 40TV o más comunmente conocido como ‘momentos limpieza’.
Ya llevaba escuchando esta canción unas tres o cuatro semanas, pero como iba de aquí para allá, realmente le hacía poco caso. Eso y que a mi el Fonsi como que me la refanfinfla.
Hoy, he preferido hundirme en el sofá delante de la tele, con el portatil en mi regazo y criticar en el caralibro la ley de la ministra Sinde-scargas. A mitad de la disertación… me sale el video de ‘Por una mujer’

Que ¿por qué lo pongo? Pues porque es pop en estado puro, porque tiene soluciones compositivas a las siguientes estructuras y subidas sin caer en lo obvio, porque tiene arreglos electrónicos y modernos en el teclado, porque transmite felicidad. Porque… tras su exitoso pop-reivindicativo de Orgullo friki, puede ser un camino a tomar por Messina Park bastante elegante, sincero y sin radicalismos.

Espero que os guste (supongo que más a los que me estais linkando ultimamente más música bailable que guitarrera)

Gracias a artistas como Serrat, mucha gente supo que la poesía era algo más que nenúfares, rosas marchitas, silencios y ceniza. “Nunca pretendí expresamente que la gente se acercara a la poesía con mi música, nunca fue un argumento prioritario de mis canciones, aunque si lo he conseguido estoy muy satisfecho. Lo más importante es la conmoción que sientes al leer algo, emocionarte, mirar para los lados ver que nadie te mira y robarlo para escribir una canción”.

“Hijo de la luz y de la sombra”, un disco del que Joan Manuel espera que sirva, entre otras muchas cosas, “para que los amantes se enamoren con él, para que la gente mayor llore, abrazados los unos a los otros, para que los adolescentes hagan copias furiosas de él y se las pasen por debajo de los pupitres”.

Sacado de una entrevista realizada en ABC.es
A ver si la ministra Sinde-cargas se entera que demonizar al 99,5% no es el camino (bueno, ella y sus compañeros de copas, lease El Loco por el dinero y Victor Manuel. Lea, señora ‘menestra’ (perdón por lo de señora)

Allá por el final de 2007 os hablaba de una canción que en mi humilde opinión le sobraba calidad incluso viniendo del no tan boyante mundo del soul actual (más conocido en los tiempos que corren como R&B. Lease ‘arandbí’ o ‘ridimandblús’).

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Escuchado en Radio Marca – desconexión malagueña. Previo del partido Unicaja – Manresa

«El gran peligro de este rival es que cuentan con hombres muy altos»

Teniendo en cuenta que es un equipo de baloncesto, pues… casi es lo normal, ¿no?.

PD: Será dificil mejorar lo de los chicos de Canal-Sur y su: «este partido se ha caracterizado por dos partes bien diferenciadas: la primera y la segunda». Pero no me negaréis que se acerca.

Estimados amigos (hasta el día de hoy al menos):

Sí, la noticia de la reunión de 90 Grados para un concierto conmemorativo de los 20 años HA SIDO UNA INOCENTADA.

Ya va siendo hora de poner fin al corral de gallinas (a varias bandas) en lo que se ha convertido esto.

Lo confirmo, sí, pero… no sin antes… revolcarme en el fango de la satisfacción por no haber sido cazado por ninguno de vosotros. BWA-HA-HA.

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No hace mucho hablábamos sobre la conveniencia o no de importar celebraciones venidas de la actual cultura colonizadora: la Yanki.
Retomando el tema (a vueltas con la borrica)… no aguanto al Gordo de la Coca-cola y menos aun al flaco del 7Up (el Grinch).
Y es que, a fuerza de apartarlos, nos estamos quedando sin Reyes Magos y Belenes. Religiones aparte, que no es mi tema, es lo que hemos mamado, y ya bastante desventaja tienen los pobres con respecto a la maquinaria del marketing proveniente del otro lado del charco.

Pero como es Navidad, voy a dejar a un lado eso… y trataré de buscar el lado positivo a tan peculiar forma de interpretar las cosas: Son capaces de convertir cualquier horterada en un show con mayúsculas.
Si me pidieran que le pusiera una foto a la Navidad española… sin duda ninguna (y a base de marcárnoslo a fuego) en ella aparecería Raphael cantando el Tamborilero. Habrá quien defienda eso a capa y espada y lo respeto, pero… en este caso prefiero lo que me ofrecen los americanos:

Un icono de la música, Brian Setzer (alma mater de Stray Cats) nos deleita con un Jingle Bells mecido a ritmo de Big Band.

Sí, tenemos mucho que aprender de ellos en cuanto al uso de la música para atraer a las masas. ¿Ejemplo? Pues a bote pronto… si las misas patrias se ‘ennegrecieran’ un pelín… igual iban más que las cuatro viejas de siempre.
Felices Fiestas de nuevo

Esta tira la dibujé allá por los prehistóricos 1991 (parece que fue ayer, lavín). Hoy me la he encontrado trasteando archivos con la intención de crear un fondo para la tarjeta de felicitación y fíjate por donde… me vale. Ya trabajaré el año que viene 😉

Eso sí, los deseos son actuales y sinceros a todos los que nos seguís. Los que venís de rebote… sólo por caer… sabed que os queremos igualmente (y que esperamos que repitáis).
Sed felices tanto como os alcance el corazón (no pasarse que no estamos para disgustos, jejej)