Hola, soy el Dr. Tweetyuo, y soy científico
// (la sala responde: hola tuiti)
Errr, estooo, ¡ah! sí
A lo largo de muchos años de experiencia, y como parte integrante de un selecto grupo de personas ‘especiales’, he ido recopilando una serie de datos sobre la conducta de un humano en concreto: YO.
Todos estos estudios, si alguien no lo impide, serán incluidos en mi próximo doctorado de quince tomos encuadernados en cuero a dos caras, en papel de biblia e interlineado simple.
De forma concisa lo titularé: ‘Matemáticas del lenguaje aplicadas a la motivación de grupos: serendipias del comportamiento‘
¿Pedante tal vez? No lo creo.
¡¡Eh, eh, eh!!! los que se están saliendo de la sala. ¡Sentaos de nuevo!
No temáis, no. No es mi intención trasncribir esa información al pueblo llano en este blog, para nada (o sea).
Si mis cálculos son correctos, pienso que con esbozar un acercamiento a modo de esquema ampliado, estaremos más que servidos. O no (ya veremos que nos depara el futuro).
Antes de seguir, quisiera aclarar que:
A.- YO no soy único.
B.- los que son como YO, ‘especiales’, lo somos sólo y exclusivamente en reuniones de dos o más personas.
Aclaraciones al punto A:
a.1.- Si fuese único, sería por mi parte de una sorberbia en grado supino hablar de mi persona sin más.
a.2.- Nadie querría saber de algo que no le afecta ni por asomo.
Aclaraciones al punto B:
b.1.- Actuando de forma individual en el argot de la calle seríamos: fútiles y/o inócuos. De forma más técnica se nos trataría como: cascarillas.
b.2.- Nuestra fuerza grupal radica en que tenemos igual polaridad mental a la hora de tomar decisiones conjuntas, esto es, formamos ideas con tendencia a repelerse y por ello, sea cual fuere el tema a tratar, cada uno de nosotros siempre elige una solución distinta a la del resto.
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(en ese momento un señor del publico pregunta: ‘Si las ideas tienen tendencia a repelerse… ¿son ideas repelentes?’
Ese señor fue identificado como un tal F*Ibañez y desalojado inmediatamente de la sala)
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Bien, como iba diciendo antes de la interrupción, todos mis estudios pretendían basarse en concienzudas deducciones sacadas tras el reconocimiento de patrones de repetición en mi comportamiento.
La realidad es muy distinta: fue sólo serendipia (casualidad).
Condiciones para el cumplimiento del ‘teorema del coseno de tweetytuo’:
Para poder demostrar el teorema del coseno de tweetytuo, se deben cumplir una serie de condiciones ambiente muy particulares:
a.- Tweetytuo (a partir de ahora: TW) ve la necesidad de pedir a terceros que hagan algo por ellos mismos (llamemosles receptores)
b.- Lo que TW les va a pedir, es beneficioso para los receptores (Si fuese para TW, lo normal es que se busque la vida él mismo)
c.- Los receptores deben ser tan ‘especiales’ como el propio TW
d.- TW y los receptores deben estar juntos o realizar acciones de forma conjunta para que se produzca la polaridad mental (mirar aclaración b.2)
Patrones de repetición en las que está basado el teorema. Pasos:
Fase 1.- Comentar en el grupo, de forma lo más natural posible, la inquietud que le atormenta.
Reacción de los receptores: Suele traer aparejada la mayor de las indiferencias.
Fase 2.- Una vez comprobada la ineficacia de la fase primera, probar de nuevo en el mismo grupo con una entonación algo más alta.
Reacción de recptores: Exactamente la misma.
Fase 3.- Argumentar todas la razones que se me ocurren por las dije en su momento lo que dije en el primer punto, o sea, decir lo mismo pero con más palabras.
Reacción: Al tratarse de un paso más sofisticado, el mismo se complica, porque es comunicado de forma individualizada y por tanto acarrea una pérdida de tiempo proporcional a la cantidad de personas asociadas al grupo receptor.
Fase 4.- Quejarme entredientes en tono medio-alto cerca de alguna de las personas del grupo en concreto esperando que mis lamentos no caigan en saco roto.
Reacción: Evidentemente cae, vamos que si cae.
Fase 5.- Bajar los brazos, agachar la cabeza ligeramente hacia delante y arrastrar con desgana las ‘jaiber’.
Reacción: A estas alturas me importa una mierda la reacción de los demás.
Si nos fijamos, la forma de actuar está basada en la longitud de onda de una función coseno al uso:
Empieza abajo, paulatinamente se incrementa la intensidad del esfuerzo, alcanzamos su punto álgido a mitad de camino de todas las fases, para a partir de entonces, ir descendiendo esa misma intensidad hasta convertirse de nuevo en puro estado de reposo (esta vez vestido de… frustración)
Bien. Tenemos premisas, condiciones e incluso patrones, pero curiosamente aun no tenemos los más importante para poder enunciar un teorema: que se cumpla.
Con tanta matemática aplicada… aprovechemos para utilizar el simil del cuadernillo de problemas: siempre hay una solución, aunque sea en la última hoja y esté bocabajo.
A problemas complejos, soluciones de maestros: Dieguín, receptor universal, empieza nuevamente la curva del coseno, y…. en la fase 1, los restantes receptores captan el mensaje y se ponen a ello con más o menos celeridad, pero lo hacen. ¡¡¡¡Conseguido!!!
Con todo ello…
Enunciado del teorema del coseno de tweetytuo:
‘La resolución de todo proyecto no individual es inversamente proporcional a la capacidad de movilización del responsable del primer ciclo y directamente proporcional a la capacidad del encargado del segundo ciclo‘
Hay que reconocer que el tiempo ha pasado por ella y en la última convención matemática mundial se ha simpificado el enunciado a un escueto: ‘Si quieres que algo se haga… llama a Diego‘. No es demasiado ortodoxo, no, pero clarito…