La prepotencia yanki

Hace años a los americanos ni les importaba que un español, de forma enecdótica para ellos, pusiese sus zapatones en una cancha de la NBA. Un tal Fernando Martín pasaba con más pena que gloria entre los figurones de antaño. Eso sí, aquí se le valoraba el esfuerzo que ponía para no ser otro pulpo en una cacharrería. Era entonces el mejor jugador español de baloncesto de todos los tiempos. Ya en otro milenio, hay un chaval que le ha pasado por la izquierda sin intermitente. Y no sólo va a hacer lo que pueda, sino que se convierte con esfuerzo y mucha desespereación por los compañeros, en jugador estrella de una franquicia. En otras palabras, un españolito, le saca las castañas del fuego al que para la reaparición desde su lesión en el mundial, se había convertido por sí solo en el peor equipo de la NBA. Más claro, un españolito enseñando a jugar al basket a los dioses del aro. Y claro, eso duele. Sobre todo si por cultura, poca, y prepotencia, mucha, piensas que todo lo que está fuera de tus fronteras no existe.

Todo esto viene a que…pasado el tiempo en Memphis, y viendo que nunca llegarán a nada, un chaval que su única obsesión en la vida es tener retos mayores, y ya le quedan pocos, pues ha ido dejando caer poquito a poco que va siendo hora de ir cambiando de aires. Pero eso sí, sin dejar de dar el callo.

Bueno, pues un encantador periodista y penoso compositor se ha entretenido en crear una canción en el que intenta desprestigiar la calidad y honestidad del catalán. El estribillo es de parvularios y cantado en español.

De todas maneras, lo que de verdad entristece es que el ataque tiene un trasfondo de prepotencia catetoide que irrita. Porque sólo de cateto se le puede tildar a alguien que ataca a las raices, como si eso fuese algo de lo que sentirse mal. ¿Avergonzarse de no ser yanki? No creo. Además estoy convencido que si el que se quisiese ir, fuese un americano, lo verían hasta normal.

Aquí en Málaga tenemos un caso casi idéntico excepto por el hecho de que el equipo no era el peor de la liga, sino el mejor, por eso ganó la liga ACB. Esa liga se ganó como equipo, todos lo sabemos, pero hubo un nombre por encima de los demás: Garbajosa. Todos sabíamos, que al final de la competición sería historia en el Unicaja. Algún grande se lo llevaría seguro. Fue mejor, se lo llevó la NBA. Pero al contrario del estilo USA, aquí todavía se besa por donde pisa, agradeciéndole los minutos dedicados en cuerpo y alma. Ahora gracias a que hay cuatro ÑBA, los de Pigital + prácticamente todos los días nos deleitan con partidos de interés directo. Particularmente prefiero los de Toronto. Me tiran los colores.
Sin más… os dejo la obra maestra.

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