Humor interracial y kung-fú

Ya desde la primera línea sé que me va a costar tratar de transmitiros la necesidad de ver esta película pero… lo intentaré
– Vamos allá.
– Suerte maehggtro
– Grasias, grasias


Kebab ConectionLa cosa está difícil, pero si mezclamos una comedia romántica interracial al estilo 'Mi gran boda griega' o 'Quiero ser como Beckam', con un director de películas de kung-fú y la aparición estelar de Bruce Lee como Maestro en 'Juego con la Muerte' (el de la torre de siete pisos para los nostálgicos), ¿que sale de todo eso?
Pues básicamente un híbrido con un tufillo a Emir Kusturica en 'La vida es un milagro' pero con una dosis de optimismo mucho mayor, lógico por otra parte teniendo en cuenta en dónde situaba su historia Emir. Pero ese es otro tema.

El caso es que Kebab Conection, que es así como se ha terminado llamando en nuestros cines, aunque, para ser sincero, no creo que haya visitado muchos, es una película de esas que no puedes aconsejar a nadie cara a cara, pero que bajo el anonimato que te permite un blog, el miedo a ser repudiado por los amigos se difumina un poco entre ceros y unos.

Tampoco es de esas que te atraiga por una lectura de la sinopsis, ni siquiera siguiendo las recomendaciones del erudito de turno en un programa de radio o revista especializada.
Sólo la ves si por rebote de los rebotes cae en tus manos bajo el título de 'Infiltrados, de Martin Scorsese' y la sigues pensando que en algún momento dará el giro inesperado de los grandes genios.
No me ocurrió a mí directamente, pues yo la había visto ya en su estreno, pero sí al que me la recomendó (ahí con un par). Desde luego al lumbreras que hizo la jugarreta de cambiarle el nombre, que normalmente es para cagarse en sus muelas, he de reconocer en este caso le agradezco el detalle. Si no, nunca la hubiera visto mi contacto, por tanto nunca me la hubiera recomendado y finalmente nunca os la hubiera recomendado yo a vosotros.

Ojo, es una de esos largos llenos de bromas en segundo plano, que como te pille despistado te la pierdes, siendo a veces mejor lo que pasa o se dice por detrás que incluso la trama principal.

PD: Los anuncios rodados por el director para ganarse el pan recuerdan al Tarantino de Abierto hasta el amanecer o más recientemente su memorable Kill Bill.
¿Se puede pedir más?
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