El nacimiento de la magia

Me lo imagino hablando con sus amigos en una tasca vieja y mohosa repleta de barricas de roble, firmadas con tiza por personalidades y famosillos efímeros. Evoco una noche indeterminada de un jueves cualquiera, en un indefinido periodo.

Todos los presentes rodean una botella de vino del año en curso, a consumir preferiblemente en esa misma media hora, y que por su juventud, ni siquiera se descorcha, es simplemente desenroscada.

Sin hacerle mucho caso al líquido elemento, pero con la solidez de conceptos convertidos en ideales, los dedos índice y grueso se apoyan sobre un vidrio de espesor anárquico y translucidez más bien escasa.

Paulatinamente pero sin orden establecido, se van desgranando cada uno de los momentos individuales y personales; en principio, sin llegar a crear grupo.

Es el culillo que mancha el fondo, el que con su bailoteo constante, hipnotiza la noche… Cada mota de sedimento es una historia, aleatoria. Sólo hay que dejarse elegir por la correcta para esa noche, y sobretodo, estar a la altura.

Se desvanecen las voces de los compañeros en mil y una aventuras de tertulia, brotando con sigilo el sonido de la complicidad. Una llamada sorda y directa a través de otros sentidos diferentes, supongo, a los del oido. Lo realmente importante, es que se logra comunicación (aún a riesgo de perder la de los amigos).

En realidad no se trata de un dialogo fluido, más bien se asemeja a las conversaciones ocasionales con extranjeros desconocidos; esas charlas en las que tienes, si no obligación, por lo menos, interés por entenderte.

En el proceso de recepción, se amontonan palabras sueltas, sin estructura ni jerarquía. Es el instante ése en que consigues ordenarlas, cuando todas ellas pasan de ser meras ideas, a convertirse en relato, una gran historia; Magia puesta a disposición de todo el que desee pararse un rato a disfrutarla.

Todavía queda darle forma, sí, pero eso ya no importa: se ha creado Magia en una historia.

6 thoughts on “El nacimiento de la magia

  1. ElPastor says:

    Así debió quedar en su momento, pero no era ni el lugar (neil impone) ni el momento (también lo hace el estómago, aunque de forma diferente)

    Promesa cumplida, deuda saldada

  2. ozymandias says:

    Er…..

    ¿Eso es todo? Reglas de la narrativa: Planteamiento-nudo-desenlace

    Planteamiento: Muy bueno

    Nudo: No hay (Bueno, salvo el que nos echamos al cuello cada mañana, claro)

    Desenlace: Inexistente

    Desarrollo……………PLIS

  3. ElPastor says:

    Incorrecto (vcamos que no estoy de acuerdo en algo):
    Plantemaineto de acuerdo (jejjej)
    Nudo: en algo tan corto no puede haber nudo (de acuerdo)
    Desenlace: Existente desde el momento en el que muestro la finalidad de la historia: como se consiguen las musas en la mayoría de los casos (claro que haciéndolo un poquito más ilusionante que decir que te coges una cogorza del demonio)

    En cuanto al desarrollo…. si ya he contado lo que quería contar, o por lo menos lo he desvelado, tiene sentido ampliarlo por el mero hecho de regocijarme en historias paralelas o guiños a detalles ocultos al ojo superficial o simplemente meter paja? Yo creo que no. Huelga todo en el momento en que el final sale a la luz.

    Nota: eso no quita que la historia podría haber sido más larga (totalmente de acuerdo contigo), pero chico soy huevón y por tanto de historias cortas.

  4. ElPastor says:

    Escuché esa voz sorda y tuve que ponerme a escribir. Despues se escucharon los chillidos de los niños chapoteando en el agua, y a tomar por culo la soledad del escritor, y sale el Herodes que uno lleva dentro (y ese escribe como el culo, oigue)

  5. ozymandias says:

    Nadaaaaa a pasarlo bien

  6. ElPastor says:

    eso se llama debate, lo demás pamplinas

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