Charlando sobre las entradas perdidas para ir Madrid a ver a Bruce por cuarta vez, intentan consolarme con la noticia de la casi segura suspensión de la gira: resulta que uno de sus componentes ha muerto. Me quedo de piedra.
Investigo, y resulta que Danny Federici nos ha dejado.
Mmmmm ya no es lo mismo. Ya nada es igual.
Vale que sin el ‘boss’ se hubiera comido cualquiera de los componentes (tanto juntos como por separado) una señora mierda, pero… todos y cada uno de ellos son los que de verdad le han dado vida al sonido Bruce.
Por eso, me niego a verlo sólo como una pieza en el engranaje.
Dan, ve creando hueco arriba, porque el primer concierto de la banda por allá, cuando llegue, va a ser de órdago. Y gracias por todas horas que nos has hecho disfrutar. Y las que nos quedan. Yo por lo pronto ya estoy buscando un directo para volver a escucharte.
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