Todos los que hemos escuchado desde chicos rock, confiábamos ciegamente, e incluso hasta se ha reivindicado con pasión, el eslogan más escueto y simplista de principios creado hasta la fecha, el archirepetido: Sexo, Drogas y RocK&Roll

Luego, vas creciendo y te vas dando cuenta, que salvo excepciones, no es más que otra variante de fachada o pose.

El caso es que EMHO el trasfondo de ese eslogan no es más que proclamar a los cuatro vientos las necesidades de disfrute y diversión de cualquier placer prohibido y/o rechazado por la sociedad.

Apoyándonos en los mencionados pilares, y sazonándolos con malditos clichés repetídos más que la porra con ajo, tales como, ‘es una música para lacras’ o ‘un músico de rock siempre debe contar cosas’, podríamos llegar a la conclusión, discutible por otra parte por la cantidad de ejemplos que se me salen de las premisas, que el Rock es rebeldía e inconformismo.

Es verdad que variantes de esa frase las hemos escuchado con bastante asiduidad, y se me apura, hasta con un cierto tonillo dogmático.

El caso es que a estas alturas y viendo los derroteros que está cogiendo la sociedad en general y la facilidad en bestializarse que tiene el humano si no se le para los pies… ¿que le queda un rockero para cumplir su misión en la vida? ¿de qué se puede hablar que suene a grito de libertad? ¿contra qué se puede revelar? ¿o con qué injusticias desgañitarse en un bareto de mala muerte y que el único que te ha escuchado se acerque y te diga… tio, me ha llegado, mientras se golpea el corazón?

En verdad, está dificil el tema. Ya, hacer el cafre en un escenario descabezando pollos no es precisamente muy original, cuando los de JackAss lo hacen con ellos mismos día sí día no en la MTV. Cantarle al paro o las injusticias sociales, como que queda de cantautor retrógrado. Claro que si te da por hablar de las guerras y que nos cargamos el medio ambiente… quedas como un gilipollas. Sobre todo cuando el amo del mundo lo hace sin ningún tipo de tapujo en ambos casos y los demás no hacen nada porque no es cuestión de ponerse de malas con el poder.
Pero, os estareis preguntando a dónde quiero llegar. Pues muy sencillo. Está dificil la profesión de rockero. Música al margen (curioso cuando se habla de rock,jejje), es dificil encontrar una temática inconformista cuando la sociedad es ‘tan libre’.

Y he aquí que me encuentro esto: The Happiness

NO es coña. Esto es Rock&Roll

PD: Grandioso el speakeo del payo (mientras los de otros hacen el pollo), y la cara de las chicas cantando del tema (inquietante)