Todo empezó en la fiesta de cumpleaños en casa de María. Ella cumplía ya…. mmm…mmmm…. ¡¡no viene al caso!!!
Messina Park era parte del festejo y yo tuve la fortuna de ser agraciado por partida doble: la anfitriona tuvo la delicadeza de contar conmigo y además, los ‘Messinos’ me ‘concedían’ el privilegio de ser el Jimmy Olsen del concierto.
Terminada la actuación y según iba transcurriendo la tarde/noche, entre los nuevos conocidos se empezaba a interactuar con mayor facilidad y los grupetes se formaban como si de un baile medieval se tratase. Demasiada caras para mi nula capacidad fotográfica y demasiados nombres que recordar si se tiene memoria pez.
Entre tanto nuevo compañero de charla y su regla mnemoténica asociada (que me ayudase a unir caras y nombres), terminé en uno en el que se encontraba Gonzo, Slowburn en el blog. Un respiro, pensé. Estaba en terreno conocido.
Poco duró la tranquilidad.
Mi tendencia a tratar la música con cierta vehemencia, le tocó la fibra sensible. Por lo visto, entre bromas salió el parecido del ‘Talk shows on mute’ de Incubus y el ‘Mama Luna’ de los 90 grados (pre Messina Park). Resulta que a Mr. Slowburn no se le puede tocar los Incubus. Y yo se los toqué. Facilidad que tiene uno.
Después de calmarlo con bromas de más o menos gracia, las aguas volvieron a bajar mansas.
Por lo demás, mi noche en la fiesta terminó sin mayores sobresaltos (si descartamos los aullidos de los adictos al karaoke).
Me volvía para casa con mi niña. Como autómata subo al coche, lo arranco y por último pongo una radio ‘a la que salga’. Y sale una emisora local, y rarita, de dial bajo, pero sinceramente no sabría con certeza de cuál se trataba. Tras tres o cuatro canciones mal elegidas, suena una para mí desconocida pero que su comienzo tiene, de nuevo, el mismo aire que Mama Luna, exactamente la misma por la que habíamos intercambiado pareceres en la fiesta Mr. Slowburn, un servidor y la cara de poker de LaBetty (ya no nos hace caso el pobre).
Aunque la coincidencia en tiempo y forma ya hubiese sido bastante para que le prestase más atención de la cuenta, a los pocos segundos abre la boca Bowie (inconfundible cuando estás en ‘el momento Bowie‘, como era mi caso). En esas fechas, al estar receptivo ante su música, tenía la ‘manda’ de escuchar todos sus discos, pero a esa canción no había llegado aun. La música machacaba mis neuronas, me gustaba. ¡¡¡Qué coño, me estaba encantando!!! Miro la pantalla de la radio buscando qué emisora era y mi sorpresa es que no sale la emisora, no. Era de esas tan ‘moernas’ (u horteras) que su tecnología le permite ir sacando, entre anuncio y anuncio, el nombre de las canciones y cantantes. La palabra que salió de derecha a izquierda entre asteriscos fue: Slow burn.
Tardé en dormirme, lo juro.
Os la dejo en video y en Spotify (si alguien no lo tiene que me pida invitación)
PD: Para los mal pensados, la canción de Bowie (incluida en el disco Heathen), al igual que la de Incubus, también es posterior (2002) al Mama Luna de los 90 grados (1995).
PD2: Sin duda debería dar gracias a Dios, o al Semi de Dieguín (Ozy), por haber tenido la suerte de grabar el bajo eléctrico de esa canción. Gracias
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