No tengo nada en contra de él personlamente. No lo conozco. No tiene nada que ver, pero…. lo del señor Brett Anderson no tiene nombre. Mandó a tomar por culo, o se fue porque no lo aguantaba, depende de la versión que escuches, hace diez años a su primer guitarrista en Suede, Bernard Butler. Y ahora va, disuelve Suede, esperemos que no haya dicho la excusa clásica de haber terminado un ciclo.
Lo fácil hubiese sido ir por libre, o montar un grupo de autobombo tan de moda, que se podría llamar… ¿que se yo?…. Brett Anderson Expirience, o The Brett Anderson Project o incluso, rizando el rizo, Brett Anderson and the A street band. Vamos, un yo me lo guiso yo me lo como.
Este hombre no, él tiene que volver a montar un nuevo grupo, The tears (paradójico nombre).
Hasta aquí casi todo normal, si no fuese por dos nímios detalles:
1.- Que lo monta con el otrora denostado Butler
2.- Que la música resultante de su primer disco, ‘Here comes the tears’, no es más que Suede2
Me da que al señor Anderson se le ocurrió: yo me voy, que donde comen tantos, como yo solito y el que de verdad me compone (si si, que escribís las canciones los dos, bwa-ha-ha)
En este caso tan esperpéntico, sólo me queda solidarizarme con los antiguos músicos de Suede, que a los pobres no les dio tiempo a matarlo antes de que se fuera, y así poder vivir de recopilatorios y rarezas el resto de sus vidas.
¿El disco?¿Su crítica? ¿es necesario? Bueno sólo decir que, tenía todavía rebotando entre neuronas un disco doble de Sonic Youth, que lo quité por desesperación a mitad del primero (¿quien quiere estupideces varias, pedanterias y canciones larguísimas basadas en rebotes de sonido, distorsiones y deelays de relleno, cuando lo mismo lo hacían infinitamente mejor los Pixies en dos minutos y medio o tres?). Y que lo que más a mano tenía era el disco este de The tears. Y según iba escuchando tenía sensación de haberlo escuchado ya todo en discos de Suede.
Tres/cuatro canciones buenas (Autograph y Refugees sobre todo y por ese orden), no más, siempre las primeras, y lo demás, relleno con poco talento. Incluso las guitarras y devaneos apoyados en trastes del Bernard no llegan ni por asomo a épocas pasadas, Animal nitrate, por ejemplo.
Pero no os equivoqueis, que no digo que sea malo el disco. Simplemente, nada nuevo en el horizonte Bowie, estooo, Anderson. Que fallo más tonto
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.