La verdad es que para no ser el paradigma de la religiosidad, idolatro demasiadas cosas.
No, no las voy a enumerar todas, pero sí intentaré centrarme en unas pocas de ellas:
- Todos conocéis mi adoración por los primeros Counting Crows (los últimos no terminan de tocarme la fibra sensible, lo siento).
- Por otro lado, pienso que a alguno le habrá llegado el rumor de mi veneración por el Spotify. Gracias a este programa tengo el 95% de la música a mi disposición cuándo y cómo quiero.
Unamos ambos, y mezclémoslos de paso, con un mucho de amor por la música y una necesidad casi enfermiza de auto-descubrirme grupos.
De todo ello ¿qué puede salir?
Bueno, no sé a los demás, pero en mi caso ha servido para retomar el contacto con un grupo que hacía tiempo lo tenía aparcado en el olvido. Se trata de Sister Hazel.
Os dejo el enlace de uno de sus éxitos: ‘Happy’. (no me dejan incluirlo, asi que… sólo el enlace, ;-(
PD: Y conste que no lo hago para que los conozcais o saquéis parecidos musicales con los Adam Duritz boy’s. Simplemente es para que veáis el parecido razonable del cantante con Paquirrín, XDDD.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.